El Camino de Entrada del Rey

Etapa 1 & 2

© 2012 por Bill Zukoski

 

EL PRADO DEL CORDERO

El Charis se parece muchísimo al país con el que estas familiarizado, pero como la mayoría de las historias de esta clase, está lejos, muy lejos. Escondido en un pequeño valle al pie de las Montañas Reales en la Provincia de Rohi es una ciudad pequeña llamada El Prado del Cordero.

Toda ciudad pequeña tiene un acontecimiento anual que los pone en el mapa, y para El Prado del Cordero, el Festival es ese. La semana antes del Festival, todos los ciudadanos dejan a un lado lo demás para que esto ocurra.

Tu y yo llamaríamos al Festival una pequeña feria estatal. Es un fin de semana con animales de granero, tejidos de edredón, fabricación de muebles, fabricación de cerámica, demostraciones de artesanía y artes, competición atlética y desde luego la comida. Los agricultores de todas partes de El Prado del Cordero traen lo mejor de lo mejor para el concurso, y cuando el concurso termina, comienza el comer. Hay más mesas con comida que las estrellas en el cielo. Toda la comida es gratis, y cuando se come el ultimo bocado lo que queda es donado al pobre en todas las partes de la Provincia.

La gente del lugar dice que el Festival comenzó hace 50 años cuando los agricultores en el Prado del Cordero acababan de terminar de plantar sus cosechas de primavera. Les llego palabra durante la noche que un agricultor vecino se enfermo y su familia iba a perder la cosecha entera sin la ayuda. Bien, el único transporte que tenía la mayoría eran bicicletas, y la siguiente mañana temprano todos los agricultores en el valle montaron sus bicicletas a la granja de su vecino y ayudaron a terminar de plantar. Después de que la plantación fue hecha, todo agricultor en El Prado del Cordero se reunió en la plaza del pueblo para una gran celebración, y, así, las cosas empezaron desde entonces. Esto se ha hecho un acontecimiento anual y cada año sigue haciéndose más grande y más grande.

El acontecimiento principal del Festival es El Prado del Cordero 50 “o “Los Cincuenta” como la gente lo llama. Los Cincuenta es uno de los acontecimientos de bicicleta más únicos de los que alguna vez serás parte, atrayendo a ciclistas de todas partes de Charis y algunos países vecinos.

Si has estado alguna vez en un concurso de cocinar comida, entonces entenderás lo que quiero decir cuando digo Que Los Cincuenta es parecido a un concurso de cocinar comida, pero este concurso es en ruedas. Hay un grupo de concurso para ciclistas serios, y además un concurso no tan serio incluyendo a Padre-Hijo, Padre-Hija, Madre-Hijo, Madre-Hija, y el Relevo de Generación para familias de arriba de tres generaciones. Pero la mayoría que participa en Los Cincuenta son recreacionales. El Paseo de Diversión de Familia es popular para familias con niños de “triciclos a bicicletas.” Hay premios para la bicicleta mejor decorada, el mejor traje en categoría de grupo e individuo; premios para la bicicleta más vieja, la bicicleta más fea, la bicicleta más creativa, y la bicicleta más ingeniosa. Ya sea que vienes para la competición o un paseo relajado por las tierras de labranza y el pie de las Montañas Reales, vienes por la diversión y la comida.

Si te toca viajar hacia el Oeste en la carretera 316 J hacia El Prado del Cordero, pasarás la Calle Mateo, que esta en la frontera del Oeste que los vecinos llaman “El Montón de Roca” o “El Montón.” Y si das vuelta a la derecha en la Calle Mateo y vas aproximadamente ¾ de milla, llegarás a una pequeña Casa Blanca a la derecha – número 714. Esa es la casa del Agricultor.

El Agricultor es un “Montón” – lo que ellos llaman a aquellos que cultivan la tierra en el Montón. Esa es una vida difícil y deja poco tiempo para el descanso. Pero cuando el Agricultor tiene la oportunidad, él monta su bicicleta y va por el pie de las Montañas Reales.

El Agricultor monta quizás por lo qué muchos de nosotros lo hacemos. Afuera en los caminos sobre el valle y lejos de El Montón él puede oler las flores silvestres que crecen a lo largo del borde del camino, y la madreselva que cubre las cercas. Él puede escuchar el silencio que se interrumpe sólo por la canción de un pajarito y siente la brisa mientras él monta por el aire limpio de la montaña. Y algunas veces, parece haber este, suave murmullo susurrándole algo, pero el no puede entender lo se dice.

La mañana de El Prado del Cordero 50 de este año llegó. Era una mañana gloriosa, la clase de día que te levantas de la cama fácilmente. El rocío en la tierra brilló a la luz del sol brillante. El olor de cedro y pino flotaban en el aire.

La ruta comienza en la plaza del pueblo y hace su camino al este por el pueblo sobre la Calle Principal. Una vez fuera de El Prado del Cordero, la Calle Principal se convierte en la Carretera 316 J y va dando vueltas por las tierras de labranza, y luego gira hacia el norte y se dirige hacia el pie de las Montañas Reales. En el punto medio del camino, la ruta sigue hacia el Oeste, siguiendo el Camino Oeste de la Cordillera. que corre por encima del valle a lo largo de La Cordillera del Rey. La ruta entonces gira hacia el sudeste y se dirige de nuevo hacia el pueblo. Es aproximadamente 50 millas – da o quita una milla – pero a nadie en particular le preocupa, aún a aquellos montando en el grupo de concurso.

Lo que hace único a Los Cincuenta es lo que pasa a lo largo de la ruta. Los agricultores de todas partes de El Prado del Cordero ponen puestos a lo largo de la ruta. Tu puedes conseguir Limonada fresca a lo largo de la “Vereda de Limonada;” Sandía a lo largo de “Milla de Melón;” y Cacahuetes recién tostados en “La Fiesta de Cacahuete.” Y en el punto medio del camino, la mayoría se para en “El Charco,” por un poco de agua fría y las palabras alentadoras de un agricultor local llamado Fred.

El Agricultor montó su bicicleta desde la Calle Mateo 714 por el centro del pueblo, hacia el sonido y el olor de Los Cincuenta. La Calle Mateo es un camino amplio, bien viajado – es llano y directo y fácil para montar en bicicleta. Esto no le tomó demasiado tiempo hasta que él llegó al terreno del Festival, donde los ciclistas disfrutaban de un desayuno recién hecho de pan, huevos revueltos, tocino, y jugos frescos, cortesía de un grupo de hijas de agricultores locales que se llaman “Los Corderos del Carnero.”

Eran 20 minutos antes del comienzo de Los Cincuenta. Mientras los ciclistas se juntaban, el Agricultor se encontró en medio de entre dos corredores que discutían de las virtudes de ser aero (aerodinámicamente eficiente). La discusión era demasiado intensa para él, y mientras el se alejó de ellos, él vino junto a un hombre que montaba una bicicleta que sólo podría ser descrita como “única.” El hombre habló primero, extendiendo su mano. “Hola – Soy Josh.”

El Agricultor estaba consciente de que Josh había dicho algo, pero el sólo podía concentrarse en la bicicleta de Josh. Él nunca había visto una así. Pareció ser hecha de una especie de madera, aunque no como cualquier otro árbol que él hubiera visto en la Provincia, y la madera estaba toda rasguñada, como si hubiera pasado por una especie de batalla. Ningún elegante mecanismo o artefacto; ningún freno de mano. Sólo una bicicleta muy simple, mucho como la que tenías cuando eras joven y que acababan de quitar las ruedas de entrenamiento. El Agricultor también notó una cesta de mimbre atada a los manubrios de la bicicleta. El Agricultor calculó que la bicicleta de Josh debía ser muy pesada y poco manejable. ¿Cómo iba él a subir las colinas en esa cosa?

El Agricultor finalmente tomó la mano de Josh. “Perdóname,” comenzó el Agricultor, “yo no podía menos que notar tu bicicleta. Es – ah – extraña.”

“Debo estar de acuerdo con usted en eso. Pero esta comienza realmente muchas conversaciones. Soy un artesano, entre otras cosas. La mayor parte trabajo con madera, piedra, y joyas. Construí esta bicicleta para un acontecimiento muy único, pero ahora la uso de vez en cuando, para un evento de ciclismo ocasional – como hoy.”

“Se ve pesada. ¿No es esa difícil de montar – especialmente subiendo colinas?”

“Es difícil a veces, pero hace el trabajo. Muchas aventuras en esta bicicleta.”

“¿De qué son todos esos rasguños en tu bicicleta?”

“De esas aventuras. ¿Si puedo preguntar… monta usted con alguien hoy?”

“Mh… no,” el Agricultor contesto titubeantemente.

“¿Es usted de aquí?”

El Agricultor se paro derecho de estar inclinado sobre sus manubrios, llenándose con orgullo . “Sí – cuarta generación,”

“¿Bien entonces, quiere montar conmigo hoy? O al menos parcialmente. Me gustaría oír sobre el área.”

“¿Por qué no?” El Agricultor estuvo de acuerdo, feliz que alguien le había tomado interés, e inconsciente que él sonreía abiertamente como un niño en una dulcería.

 

ETAPA 1:

LA AVENTURA COMIENZA

Organizaron a los ciclistas en orden. Los ciclistas de concurso fueron colocados en el primer grupo, sus bicicletas de aleación de titanio relucientes con el sol, cabezas abajo, palanca de cambios lista – equilibrados esperando el disparo de salida. El grupo siguiente era un desfile de ciclistas de club: Las Hijas de los Agricultores, Los Vikingos Ciclistas, un grupo de vendedores viajantes llamándose Los Pedales del Vendedor Ambulante, y un grupo de tres ciclistas ciegos conocidos como Los Tres Ratones Ciegos. Enseguida era el grupo de recreación, seguido por el Paseo de Diversión de la Familia que da vueltas a la plaza del pueblo hasta que los niños – o los padres se cansan.

¡Después del Himno Nacional de Charis y una oración, el disparo de salida sonó por el silencio aire de la mañana, y El Festival de Primavera de El Prado del Cordero 50 comenzó! Una vez fuera de la ciudad, los ciclistas se extienden a lo largo del curso, y el Agricultor y Josh establecieron un paso fácil que permitió que ellos disfrutaran del paseo y la conversación fácilmente.

“¿Y qué te trajo al Prado del Cordero hoy?” El Agricultor preguntó.

“Usted.”

“¿¡Yo!? Tengo que decirte Josh – lo que dijiste me asusta! ¡No me conoces!” el Agricultor estaba asustado pero también un poco intrigado.

“Supongo que sonó realmente un poco extraño, pero quise decir eso sinceramente. Usted me preguntó lo que me trajo al Prado del Cordero hoy y le dije – que fue usted. Yo monto por la aventura. Y para mí, la aventura esta dentro de las relaciones.

“Pienso que puedo decirle mejor lo que quiero decir por medio de una historia. Una vez había un príncipe joven que vivió en un palacio. Como todos los príncipes, él tenía todo lo que el dinero podía comprar. Pero como la mayoría de los príncipes, él estaba solo. Lo que el príncipe quiso sobre todo era jugar con los niños del pueblo de su misma edad. Y cuando su tutor no le enseñaba a como luchar con la espada o pasear en barcos de vela, o montar caballos o aprender uno de los 5 lenguajes hablados en el reino, él subía a su bicicleta y paseaba durante horas alrededor del campo y por el pueblo que rodea las tierras del palacio.

“Ahora, esta no era ninguna bicicleta ordinaria – fue hecha de metales preciosos y joyas que brillaban con la luz del sol. Los manubrios tenían agujeros colocados en ellos con una apertura arriba cerca de las orillas, de modo que la brisa que él hacía mientras la montaba pasó por los agujeros y salió música, como si esta fuera una flauta. Y entonces el príncipe aprendió a tocar melodías mientras él montó a lo largo.

“Los niños del pueblo podían oír al príncipe viniendo por la calle, y ellos salían corriendo para ver su bicicleta, igual como tú y yo corríamos detrás del camión de nieve cuando lo oímos venir por la calle en el verano. El príncipe disfrutó estar con todos los niños, y él dejaba a todos ellos dar una vuelta en su bicicleta musical, mágica.

“Un día, el príncipe decidió invitar a todos los niños del reino al palacio a jugar. Él tenía pastel y nieve, y había planeado toda clase de juegos para jugar. Pero cuando los niños llegaron, todo lo que ellos querían hacer era pasearse en su bicicleta. De hecho, nadie habló con el príncipe. El príncipe cortésmente permitió que cada niño allí diera una vuelta en la bicicleta. Y cuando el último invitado se había marchado, él cerró las puertas del palacio y lloró.

“Ve usted, no era al príncipe quienes ellos quisieron ver, era su bicicleta lo que ellos quisieron.”

Cuando Josh había terminado su historia, él miró al Agricultor y dijo, “Usted sabe, la mayoría de nosotros nos parecemos a los niños en el reino. El príncipe quiso a alguien con quien él podría andar y hablar y jugar; alguien con quien él podría compartir toda su riqueza y tesoros. Lo que los niños no se pararon para pensar era que la riqueza y los tesoros estaban dentro del príncipe, no la bicicleta.

“A veces, pienso en lo que yo habría hecho si yo hubiera sido uno de los niños en la fiesta. ¿Habría querido yo al príncipe, o habría querido yo lo qué podría conseguir de él?

“He montado en la mayoría de estos viajes, Agricultor, y una cosa que valoro sobre todo lo demás, son las relaciones que he continuado durante los años con la gente con la que monto y quiénes montan conmigo. He encontrado que la aventura está en las relaciones. Y, estoy aquí hoy debido a usted.”

ETAPA 2:

LA LEYENDA DEL CAMPO DEL PRÍNCIPE

Cuando el curso los condujo del pueblo a las tierras de labranza ellos montaron un poco, sin decir mucho. El Agricultor estaba pensando en la historia que Josh acababa de contarle sobre el príncipe y su bicicleta mágica. Pronto, el Agricultor señaló a la izquierda y dijo, “Esa es mi casa allá y esta es mi granja por la que pasamos. Llega hasta el camino que estamos. Aquella línea grande de árbol de acacia es la frontera del norte. Este pequeño camino al que nos acercamos va hasta el norte a los pies de las colinas. Es la frontera del este. Cuando la ruta nos lleve a lo largo de la cordillera sobre del valle seremos capaces de verlo todo.”

“Dígame sobre esta parte del valle, Agricultor.”

El Agricultor se encontraba disfrutando del viaje con su nuevo amigo. Así es como el Agricultor sintió sobre Josh.
Josh se veía realmente interesado en lo que el Agricultor tenía que decir y al Agricultor le gusto eso.

“Esta parte del valle es llamada el Montón de Roca. Porque el suelo es muy rocoso. No hay muchas cosas que crezcan bien en esta clase de suelo excepto aceitunas y cebada – es la mayoría de lo que yo planto. He vivido aquí toda mi vida, justo como mi papá y abuelito y bisabuelo. Soy la cuarta generación de cultivar esta tierra.

“Es trabajo difícil, cultivar en El Montón. Y hemos tenido esta sequía que ha estado por un año y esto ha hecho las cosas muy mal. Últimamente, con esta sequía y todo, he estado pensando sobre si esto es todo lo que la vida tiene que ofrecer – sudor…trabajo duro…y ¿entonces que? Parece que debería haber más que esto.

“Otra cosa sobre El Montón – es un poco solitario aquí. No hay demasiada gente de otras partes del pueblo que viene por este camino. Adivino que soy como aquel príncipe en tu historia. No tuve muchos amigos creciendo . No tengo muchos ahora.”

Después de un momento, el Agricultor comprendió que él había estado hablando todo el tiempo. El miró a Josh disculpándose y dijo, “Adivino que yo tenía mucho en mi mente ‘porque todo salió junto. Lo siento si yo te aburrí.”

“Ah no me aburro en absoluto. Me alegro que me dijo sobre la vida en El Montón. Le dije que estaba interesado en el área, y estoy interesado en usted. Conozco a muchos muchachos que cultivan la tierra para ganar su sustento. Un agricultor que conozco fue para plantar su campo,” dijo Josh, lanzándose a otra historia. “Mientras él dispersó las semillas a través de su campo, algunas de ellas se cayeron en suelo que era poco profundo y rocoso, como el tuyo aquí en El Montón. Las plantas aparecieron rápidamente, pero las raíces no tenían ninguna nutrición en aquel suelo poco profundo, y la cosecha pronto murió. Pero algunas semillas cayeron en suelo, bueno, rico y produjeron una cosecha que era treinta, sesenta, y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado.”

“Hombre – me gustaría tener un poco de esa cosecha de 30-60-100,” dijo el Agricultor.

“Me gustaría que usted tuviera algo de esa también,” dijo Josh. “Usted puede, si usted está interesado.”

“Calcula una forma para que eso pase y soy todo oídos.”

“Vamos a hablar sobre ello más tarde.” Josh sonrió abiertamente, “sólo quise plantar una semilla.”

—–

Después de un par de minutos de montar, el Agricultor dijo, “Viniendo’ ahora es lo que llamamos el Campo del Príncipe. Hay una leyenda sobre este campo. ¿Has alguna vez oído la leyenda?”

“Soy todo oídos,” dijo Josh sonriendo.

“Bien, hace mucho tiempo, había un Rey en Rohi cuyo castillo estaba muy arriba en esas Montañas Reales. Él era un rey bueno y amable con toda su gente. Un día él miró fuera del castillo y vio a ovejas pastar en el valle, y llamó al valle El Prado del Cordero.

“La historia es que había un río que fluyó de una fuente en el castillo del Rey hacia abajo en el valle. El agua de ese río hizo a la gente enferma sanar y el ganado y ovejas que bebieron esa agua eran lo más grandes y lo más fuertes alrededor. Y la tierra cerca del río era la mejor tierra en Rohi.

“El Rey tenía un hijo y plantó una viña por el río en su honor, y la llamó el Campo del Príncipe. Él empleo a algunos agricultores locales para cuidar de la viña y el Campo del Príncipe produjo las uvas más finas en el país. Todavía es así.

“Un día, el Rey se marchó para visitar su propiedad al otro lado de las montañas. Mientras él estaba lejos, llego el tiempo para cosechar. ’Pero un agricultor tomó un poco de la cosecha y la vendió para el mismo en vez de dar al Rey lo que era en forma legítima suyo.

“Como dije, el Rey era bueno y amable, pero el agricultor violó la ley y tuvo que pagar por su delito. En aquel tiempo, la pena por robar del Rey significó la muerte.

“Cuando el Príncipe oyó lo que pasó él fue a su Padre el Rey y dijo, “Yo se lo que este hombre hizo, pero es una deuda demasiado grande para que él pague. Moriré en su lugar,” ya que él era bueno, como Su Padre, y él amó a la gente.

“La ley era la ley y no podía quebrarse, y el Rey tristemente aceptó la oferta de Su hijo, ‘porque el Rey sabía cuánto el Príncipe amó a su gente. Y el Príncipe murió por el ladrón.

“Después de que el Príncipe murió, el Rey tomo el cuerpo a su palacio y el puso el cuerpo del Príncipe en esa fuente y el Príncipe volvió a la vida. Después de eso el Rey paró el río de fluir en el valle para recordar a la gente de lo que el Príncipe había hecho por el ladrón. Verás el lecho seco cuando subamos a la cordillera. De acuerdo’ a la leyenda, el Príncipe está todavía vivo y la fuente todavía fluye dentro del palacio. Y a cualquiera que el Príncipe invita para vivir con Él en Su palacio puede beber el agua de esa fuente y si lo hace el vivirá para siempre.”

“¿Quién es invitado?” preguntó Josh.

“Él que camina a través conmigo, conmigo para siempre estará. No estoy seguro de lo que esto significa, pero de este modo comienza la historia.”

“Me suena muy bonito a mí,” dijo Josh.

“Como dije, esto es sólo una historia. La mayoría de las personas no la creen.”

“¿Qué cree usted?” Josh preguntó.

“No sé. Algunas personas dicen que ellos han conocido al Príncipe, pero no sé si hay alguna verdad a ello. Nunca ha sido probado y no se sabe si habrá alguna vez una prueba – a menos que el muchacho viniera a la ciudad. ¿Y aún entonces, cómo se sabría? Tendrías que aceptar su palabra.”

“¿Pero, que si la leyenda es verdadera – que hay realmente un Príncipe?”

“Sí, supongo que puede ser verdadera, pero como dije, nadie alguna vez a encontrado nada’ que lo demuestre – yo creo que es sólo una historia.”

“¿Es esa bicicleta que usted monta verdadera?”

El Agricultor miró a Josh. “¡Claro que es verdadera!”

“Bien, y si 100 años de ahora, sus rebisnietos escuchan historias sobre usted montando en El Prado del Cordero 50, pero no hubiera ningunas fotos o resultados oficiales de la carrera que ellos pudieran encontrar – sólo rumores. ¿Cómo sabrían ellos que la historia es verdadera?”

“¡Habría probablemente algunas personas todavía viviendo’ entonces ellos recordarían verme’ a mí allí y les dirían! ¡La gente vive por mucho tiempo alrededor de aquí”

“¿Bien entonces… que si fueran 1,000 años más tarde? ¿Lo haría eso menos verdadero?” preguntó Josh.

“No – supongo que no. Pero es mucho más fácil creer que yo estaba en una carrera de bicicletas que una historia sobre un Príncipe viviendo’ y regresando’ a la vida.”

“Bien … Allí esta el campo. Y el lecho seco. Y alguien plantó esa viña. Y algunos creen realmente.”

“Bien … Yo tendría que ver la prueba antes de que yo creyera,” dijo el Agricultor.

“La viña que mencionaste. ¿Son las uvas realmente buenas?”

“¡Sí – como dije – las mejores! Tienes que obtener algunas antes de que te marches. ¿De dónde eres de todos modos?”

“No demasiado lejos – un poco más allá de esas colinas,” dijo Josh, moviendo su cabeza hacia el norte.